miércoles, 2 de enero de 2013

Rojo y Blanco, Capítulo XVI

Indice

Capítulo 16 Drager en el sur



Imágen sacada de aquí
Tal vez por fortuna, quizás por bendición, no se sabe como, pero Cir Arminus sentía en su ser la llegada de los tremons, conocía el día exacto de su arribo al Reino del Sur, motivo por el cual en uno de los días en los cuales es Sol Rojo estaba en la cúspide de su plenilunio ya entrada la noche, dispuso que todos los magos se colocarán en posición de defensa, el junto a Neyra Divath y a Havyd se ubicaron en una de la torres para de esta manera poder iniciar el enfrentamiento decisivo entre humanos y tremons.

Al amanecer finalmente el ejército tremon llego a las afueras del Reino del Sur, desde el momento que vio la ciudad del sur Drager sintió una sensación única se encontraba mas ansioso y excitado que en ocasiones anteriores, eso le gustaba, en realidad sería una batalla singular, insuperable, su victoria final sobre la humanidad.

Humanos y tremons se encontraban nuevamente en el campo de batalla, como era ya un ritual, el instante en que el primogénito de la Luna Negra alzaba su brazo los tambores tremons iniciaron su lúgubre canción, la oda dedicada a la muerte de los humanos, nuevamente el “Caudillo Oscuro” alistaba a sus guerreros, el ataque daría inicio, pero antes de dar la orden de ataque, diviso tres humanos en la torre principal, y su vista se prendió de ellos, pero el humano que realmente le llamó la atención fue uno de mediana estatura, no sobresalía de los otros dos, pero le causó gran asombro verlo, era él, podía asegurarlo con toda certeza, el hombre de fuego, el gobernante del norte el hombre que creyó muerto, quien le ayudo a ser un mejor líder, había sobrevivido y se encontraba en el sur, el rostro de Drager se iluminó con una gran sonrisa, no podía creerlo, el hombre que durante un corto lapso de tiempo le causó inquietud se hallaba vivó, la Luna Negra le entregaba en bandeja de plata el trofeo que siempre deseo, la vida del hombre de fuego, empezó a reír a carcajadas, ordenó ondear una bandera blanca, deseaba hablar con el humano, conocer su nombre, verlo de cerca, saber sus facciones antes de asesinarlo.

Para el asombro de todos los habitantes del sur, los tremons ondeaban una bandera blanca, es una treta pensó Havyd, más Cir Arminus no lo sintió así, sabía perfectamente que los tremons eran honorables en la misma medida que sanguinarios, este sentimiento se confirmó cuando de entre las filas del ejército tremon se acercaba a la ciudad uno que sobresalía de todos ellos, era un tremon imponente incluso para los de su especie, que avanzaba a paso firme recubierto de un hermosa armadura plateada, que refulgía en tonos sangre gracias al efecto de los rayos del Sol Rojo presagiando el baño de sangre se aproximaba, el “Paladín Rojo” supo inmediatamente de quien se trataba, era él, debía ser él, el líder de los tremons, así que decidió también salir de la ciudad para ver de cerca al ser causante de la casi extinción de la raza humana, Neyra Divath y Havyd se opusieron rotundamente a la decisión de Cir Arminus, pero inmediatamente se dieron cuenta de que no podían hacerlo desistir, así que como una última opción decidieron acompañarlo, a los cual el “Paladín Rojo” no se opuso, sabía que por el momento no había peligro, el líder tremon tendría algo importante que decir o hacer para haber tomado la decisión de ondear una bandera blanca.

En las puertas de la ciudad se encontraron los tres líderes humanos con el líder tremon, el “Paladín Rojo” se acercó al tremon, decidido y sin un ápice de temor, mientras que detrás quedaba un reservado “Paladín Blanco” junto a un atemorizado Havyd, el “Caudillo Oscuro” inicio la interlocución, saludos humano, permíteme presentarme soy Drager, hijo de la Luna Negra, el primero de una estirpe de guerreros, el líder de los hijos de la noche, déjame decirte que te daba por muerto, pero me alegró de haberme equivocado, pues eres el primer y único humano que se a opuesto a mi voluntad, al menos por un pequeño momento, motivo por el cual te aseguro que para cuando esta batalla termine, estaré bebiendo tu sangre y comiendo tu carne, tu cadáver será mi ofrenda al dios de la oscuridad, tu cabeza será mi trofeo, pero veo que tienes dos títeres a tu lado, me causa gracia que te rodees de tan insignificantes seres, debes preguntarle al remedo de hombre que tiembla a tus espaldas, lo que se siente tener en frente mi espada, pregúntale el horror que genera mi mano el momento de una batalla, pero basta de mi, tú también debes tener mucho que decir, háblame algo de ti, deseo conocerte al menos un poco antes de terminar con tu existencia, de este modo llegó el momento de la intervención del “Paladín Rojo” con absoluta calma y confianza que sorprendieron a Drager, inició, todo un placer hijo de la noche yo soy Cir Arminus, gobernante de un reino destruido por tus manos, amigo del rey que asesinaste en el oeste, hermano de todos lo humanos muertos por tu causa, el elegido por el Sol Rojo para detener tu afrenta, el paladín de la humanidad, lo que yo te puedo asegurar es que para cuando esta batalla termine tú conocerás la derrota, lo humanos seguiremos pisando Ebyam, nadie logrará exterminarnos sin importar lo fuerte y astuto que sea ni siquiera tu Drager, pero no, definitivamente no estoy solo a diferencia tuya tengo ayuda, personas en las cuales apoyarme y confiar, no necesito hablar por ellas, así el “Paladín Blanco” dio se acerco mas a Cir Arminus y se presentó, soy Neyra Divath, gobernante de las tierras que estas pisando, elegida por el Sol Blanco, señora de la magia, la mujer que ayudará a detener tu maligno avance, espero que veas muy bien mi rostro, es probable que sea lo último que veas, al escuchar esto Drager estalló en risas, y dijo, hombre de fuego, perdón “Paladín Rojo” no sabía que tu acompañante era bufón y te recomiendo que la cuides muy de cerca porque la verás morir instantes antes de que llegue tu turno y acaso no hablará el hombrecito que tiembla, Havyd haciendo uso de toda su fuerza de carácter habló sin moverse ni un poco de su posición, mi nombre es Havyd maldito engendro, se que me recuerdas, sabes quien soy, pero lo que no conoces es que veras mi mano calcinando tu rostro antes de lo que tú te imaginas, nuevamente Drager carcajeó, en verdad estas rodeado de bufones Cir Arminus, deseó que me brindes una buena batalla, una como nunca he tenido, pues ya lo sabes tu eres mi trofeo, esos pequeños seres que te acompañan serán mi aperitivo, tu el plato fuerte, me despido solo me resta desearte suerte, la necesitaras, diciendo esto Drager se dio media vuelta y regresó a su campamento.

Cir Arminus se quedó un momento en completo mutismo, Drager lo había asombrado, nunca se imaginó que su enemigo eran tan imponente, estaba claro el motivo por el cual hasta ahora los tremons no habían conocido la derrota, su líder era muy capaz, demasiado para su horror, pero reaccionó al ver a Neyra Divath también divagando, y aún mas al ver que Havyd estaba muy aterrorizado después del encuentro con el “Caudillo Oscuro”, así que decidió hablar, no os preocupéis, esta vez estamos preparados, tenemos la fuerza de la hermosa gobernante del sur, Drager ni siquiera imagina todo el potencial de tan bella criatura, y mi estimado Havyd, no dejes que tu corazón se corrompa por el deseó de venganza, nosotros luchamos por la salvación de nuestros hermanos, la venganza no nos pertenece, estamos del lado de lo justo y en esta ocasión los soles guiaran nuestras manos como nunca lo han hecho con el fin de lograr la victoria definitiva sobre los hijos de la Luna Oscura, al escuchar esto el “Paladín Blanco” reaccionó, por un breve momento Cir Arminus tuvo la impresión de que iba a sonreír, pero para su pena no fue así, tan solo relajo sus rasgos y dijo, tienes razón “Paladín Rojo“ en esta ocasión la victoria nos pertenecerá, estamos preparados como nunca antes, y sobretodo estamos juntos uniendo nuestros poderes, no podemos negar que Havyd el mago rojo aquí presente no pide ningún favor a nadie en lo que se trata a la manipulación de la magia, todavía compungido Havyd se decidió a hablar, disculpadme majestades, no debí reaccionar así pero os aseguro que nunca mas me volveréis a ver en este estado, pondré todo mi poder a vuestro servicio en esta batalla con el fin de terminar de una vez por todas con esta amenaza, nuevamente tomó la palabra Cir Arminus, no hace falta la aclaración Havyd te tenemos total y absoluta confianza, diciendo todo esto, los tres humanos regresaron nuevamente al interior de la ciudad.

Los tambores tremons iniciaron su repicar por segunda ocasión en ese día, el olor a batalla empezó a extenderse rápidamente, Drager se alistaba a dar la orden de ataque a sus guerreros mientras que en la ciudad Cir Arminus preparaba a todos para iniciar su defensa, tal vez la última.

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