martes, 28 de enero de 2014

[Blog] Rojo y Blanco capítulo XXX

Hola amigos, ya vamos cerca de finalizar rojo y blanco, sin más, les dejo con el capítulo 30.

Capítulo 30 Enfrentamiento final

El enfrentamiento final había llegado finalmente, el momento para el cual Cir Arminus se había estado preparando, conocía perfectamente lo que debía hacer ordenó, por primera vez desde que dio inicio la “Guerra de la Sangre” ordenaba, que todos los magos se coloquen en parejas por delante los magos guerreros, lanzando fuego blanco, por detrás lo magos puros generando lluvia de rocas, ríos de fuego y rayos de luz blanca, él junto a su amada Neyra Divath y los no-magos se ubicarían en la torre central, en un inicio atacarían con fuego blanco maximizado hasta que los tremons se encuentren a la distancia adecuada como para poder utilizar el conjuro de “Proyección”.

Imagen tomada de aquí

Al observar la ciudad Drager se sorprendió, pues a diferencia de ocasiones anteriores esta no se encontraba amurallada, definitivamente los humanos se jugarían el todo por el todo, ordenó a sus tropas avanzar lentamente la máquinas de guerra dispuestas a contrarrestar la lluvia de rocas conocedor que ni el fue ni la luz blanca podían causarles daño, debían evitar las rocas, pero aún así se encontraba ansioso, que nuevo poder habían descubierto los hijos de los soles, serían capaces de enfrentarse a la roca siniestra, dispuesto a despejar estas dudas observaba atentamente el avance de sus congéneres.

Como un volcán en erupción de un instante a otro la batalla estalló, rocas llovían tanto sobre tremons, como sobre humanos, rocas que se neutralizaban las unas a las otras, los tremons continuaban su avance con pasos seguros, de pronto el fuego blanco hizo su aparición primero los magos guerreros, según lo esperado nada sucedía, no podían detener el avance de los hijos de la Luna Negra, el “Caudillo Oscuro” ordenó a los arqueros atacar, algunos magos fueron victimas de las nuevas flechas de roca negra, caían entre pavorosas convulsiones, victimas de la reacción de sus cuerpos llenos de magia al entrar en contacto con el material antimágico de sus enemigos, era un espectáculo luctuoso ver la muerte de los magos, Drager no podía menos que reír al constatar lo patético de sus enemigos, de pronto inicio un nuevo arremetida de fuego blanco esta vez aunque la magia desaparecía al contacto con las armaduras negras, detenía el avance de los guerreros tremons, al ver el poder del fuego blanco maximizado Drager se carcajeó estruendosamente, ese era el nuevo poder de los humanos sorprendente sin duda alguna, pero nada inquietante, inmediatamente ubicó el origen del rayo amarillo y como lo sospechaba era generado por esos insignificantes humanos, los autoproclamados paladines de los soles, encontrado su objetivo, abandonó su posición de observador para pasar él mismo encabezar el ataque.

Como un espíritu ascendido de lo mas profundo de los abismos en menos de un encandilo Drager se colocó al frente de sus hermanos y obligó a que estos apresurasen sus pasos, pues este como un demente se lanzó a toda celeridad en busca de sus enemigos declarados los paladines.


Al observar la cercanía de los tremons Cir Arminus y Neyra Divath cambiaron de posiciones con Piedad esta rápidamente inicio el prime ataque de “Proyección” contra las aberraciones de la Luna Negra, a la par los paladines de hacían una herida el la palma con el objetivo de irrigarla mágicamente desde el inicio procurando el mayor uso posible de su poder.

El conjuro de “Proyección” sorprendió a los tremons en menos de un instante muchos perdieron sus armaduras negras aunque ninguno sufrió daños, de pronto abatió sobre los tremons una segunda, una tercera y una cuarta nube anaranjada, consiguiendo que todos los objetos construidos con roca siniestra desapareciesen como si de aire se tratasen, todos los artilugios tremons desaparecieron, todos excepto la espada negra que portaba Drager, pues estaba creada con la primera lágrima que derramó la Luna Negra, cristal que contenía todo el amor de esta por su primogénito, por el mas perfecto de todos sus hijos.

Dispuesto a obtener la victoria final a cualquier costo, Drager ordenó que nadie, ninguno de los suyos debía retroceder, debían avanzar mas prontamente, pues en una batalla cuerpo a cuerpo los humanos no tenían la mas mínima oportunidad de victoria, mientras el iría detrás de esa pequeña mujer que estaba formando la nube anaranjada, que había destruido la roca negra.

La batalla cuerpo a cuerpo inició, los tremons nunca esperaron que los humanos les pudiesen hacer frente en un duelo cuerpo a cuerpo pero así fue pues dos humanos se enfrentaban a un tremon espada en mano a la par que otro les ayudaba con magia, no obstante lo que mas estaba ayudando a los magos radicaba en la nube anaranjada que apresaba a los hijos de la Luna Negra impidiéndoles contraatacar como ellos hubiesen deseado, Rotreb y Steuma, derribaban tremon, tras tremon con el ágil uso de sus espadas y magia, el suelo del Este estaba lleno de cadáveres, la sangre tanto de humanos como de tremons había tapizado el en otrora verde campo, el enfrentamiento se había convertido en una orgía de sangre y dolor, cadáveres de humanos horriblemente mutilados se podían apreciar por todas apartes, así mismo había una gran cantidad de cuerpos espantosamente quemados perteneciente a los hijos de la Luna Negra, la beligerancia era una auténtica carnicería, carnicería que de seguir de ese modo terminaría con una victoria de los humanos pues aunque el número de tremons era superior estos también caían en número mayor victimas del poder mágico de los humanos, Drager calmado como siempre comprendió que la manera de asegurar la victoria era detener la nube anaranjada aceleró aún mas sus pasos rumbo a la torre central.

Mientras la batalla se desarrollaba acercándose rápidamente a final cruento pero necesario, los paladines empezaron a desfallecer, sus cuerpos estaban debilitando hasta el extremo como consecuencia de la irrigación mágica que estaban manteniendo sobre Piedad, de igual manera RA-Del empezaba a sentir gran dolor por todo el cuerpo le parecía que el tórax le estaba siendo molido a garrotazos, pero se resistía a desfallecer también sentía que la victoria estaba cerca, mientras todo esto pasaba, Piedad se encontraba sumamente concentrada, su poder era increíble mientras pasaba el tiempo no sentía desfallecer, al contrario el conjuro de “Proyección” se tornaba mas poderoso y duradero.

Cuando Drager se encontraba cerca de su objetivo, pudo apreciar como los paladines se desplomaban victimas del desangrado al que se habían sometido, de igual manera pudo ver como el cuerpo del hombre del cual se expelía la nube anaranjada empezaba a tornarse transparente mientras empezaba a sangrar por cada poro del cuerpo, lo sentía, podía oler la victoria de conseguir detener la nube anaranjada la victoria le pertenecería, cubierto por su espada negra se acerco peligrosamente a los no-magos.

En una acción que duró apenas un parpadeo, parpadeo que a su protagonistas se les volvió casi eterno, Drager se abalanzó sobre Piedad no sin antes atravesar el cuerpo de RA-Del, lo impensable sucedió, la espada negra, el cuerpo y la esencia misma de la luna atravesó a RA-Del como si de aire se tratase, sin causarle ni una sola herida, tan solo manchándose con la sangre que este estaba vertiendo fruto del uso excesivo de “Proyección”, la espada siguió su mortífero camino hasta relamerse en el cuerpo de Piedad, quien también estaba siendo victima del cansancio pues la irrigación había terminado, al sentir el fría metal en si, Piedad perdió la concentración, para derrumbarse sobre RA-Del buscando inconscientemente el instrumento de laceración de Drager.


En el instante en que la espada negra laceraba el cuerpo de Piedad saboreando su carne y bebiendo de su sangre, un milagro inesperado sucedió, las divinidades que se encontraban representadas en su forma mas pura mediante la espada negra de Drager, la sangre de Piedad y RA-Del se unieron, creando un rayo plateado que salió del cuerpo de RA-Del, se dirigió a la bóveda celeste, y retorno a la tierra bañando a toda criatura sobre la faz de Ebyam.

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