lunes, 1 de octubre de 2012

Rojo y Blanco, Capítulo III

Capírulo I
Capítulo II

Capítulo 3 Tremons.-


Añimu con toda la malicia que la caracterizaba y teniendo en mente el único fin de corromper todo el mundo hizo uso de todas sus artes malignas, de toda su audacia y voluntad, así como de todo su poder destructivo y malicioso para crear sus propios hijos, sus heraldos, los ejecutores de toda su maldad, los que destruirían toda Ebyam, seres horrendos y temibles a los que decidió llamar “Tremons” [2],  los hijos de la Luna Negra.


[2] Los Tremons, no eran horrendos físicamente al contrario eran seres de gran belleza a los ojos humanos, su carácter agresivo y destructivo era lo que les hacia tan horrendos, sin contar con el hecho que odiaban todo, excepto lo que eran ellos mismos, así su lealtad era inmensa, jamás un Tremon, traicionaría a uno de los suyos. Guerreros en extremo peligrosos por estas características

Los Tremons, insuperables guerreros, fuertes, ágiles y audaces, físicamente muy superiores a los humanos, no solo eran superiores físicamente sino también emocionalmente pues estaban llenos de malicia, podían crear engaños, artilugios, fraudes, además eran los únicos seres de todo Ebyam con la capacidad de crear armas y objetos de destrucción, afortunadamente para todas las criaturas del mundo estos seres de esencia maligna no eran perfectos, para decepción de su creadora, ninguno podía utilizar el poder que estaba presente en cada aspecto de Ebyam, la Luna Negra no tenia la misma capacidad de sus padres y no pudo irradiar a sus criaturas malignas con el poder infinito que poseían los humanos y todas las demás criaturas de los soles, el poder que marcaría la diferencia en la guerra que se avecinaba.

Lamentablemente los humanos, con su inocencia innata no sabían que el poder que tenían ellos, así como toda criatura y cosa de Ebyam podía ser usado con fines distintos a los de crear hermosas ciudades y útiles artefactos para ayudarse y ayudar a la naturaleza, ignorancia que les costaría mucho dolor, sufrimiento e incluso la vida.

Los Tremons vieron por primera vez Ebyam con toda su maldad innata desde la Montaña Perpetua, un sitio aunque exigente, perfecto para ellos debido a su enorme potencial físico, estos seres eran lo únicos que podían soportar las crueldades de tan árido y gélido lugar, en este sitio hicieron sus vidas, se multiplicaron y crearon su Reino, la Luna Negra fue maliciosamente inteligente hizo que sus hijos pudiesen llegar a la edad adulta y se repropusiesen de manera mucho mas rápida que los humanos, la creación sublime de sus padres, pero eso no fue suficiente, adicionalmente les otorgó el don de una vida mucha mas larga, eran los seres más longevos de la creación después de la trinidad divina.

En pocos, poquísimos años humanos, apenas un abrir y cerrar de ojos para los dioses, los tremons, habían construido un Imperio grande y poderoso en tan inhóspito lugar, un imperio diferente a cualquier reino que hubiera podido crear o construir cualquier humano, un imperio que competía y sometía a la naturaleza a su voluntad, el imperio tremon tenia como base de su existencia al ejército, hecho nada raro pues eran criaturas diseñadas para la lucha, tenían como objetivo someter y destruir todo lo que sea distinto a ellos, cumplir la voluntad de su creadora y madre, este ejército era de dimensiones asombrosas, uno como nunca antes se había visto en ningún mundo, y como tal vez nunca se volverá a ver.

El hecho de que ejército fuese el pilar fundamental de la vida de los tremons, era muy lógico pues todos estos seres eran aptos para la guerra, sin embargo los soldados tremons eran autenticas maquinas de guerra y destrucción, no solo eso, también eran mas inteligentes y maliciosos q sus congéneres, haciendo uso de esa inteligencia destructiva, crearon armas, muchas armas, de incontables formas y tamaños, espadas, catapultas, arcos, dagas, lanzas, todas construidas de manera tan perfecta y cuidadosa, que eran autenticas maravillas, maravillas malditas que llevarían muerte y lagrimas al resto de habitantes del continente, maravillas con las que los hijos de las sombras pretendían destruir y apoderarse de todo el continente.

Al ver el progreso vertiginoso de sus hijos, Añimu no pudo hacer menos que felicitarse a si misma por tan grandiosa creación, se sentía orgullosa de si misma, se sentía superior muy superior a sus padres, tenía la completa seguridad de que triunfaría, sus hijos llevarían el caos y la destrucción a todo Ebyam y a los corazones de cada ser viviente en el planeta, la Luna Negra dejó de recriminarse y ya no le importa la incapacidad de sus hijos, su rechazo natural al uso y manipulación de la energía esencial del mundo creado por sus padres.

Un hecho digno de recordarse y de ser tomado como fundamental en la historia de Ebyam es que el primer tremon que piso Ebyam, el primero que creo la Luna Negra, el primero de toda una estirpe de gran maldad y poder llevaba el nombre de Drager, nombre que sería escrito en la historia y en el corazón de los humanos con dolor, sangre y destrucción, nombre que llevaría a la humanidad a la casi desaparición de la faz de Ebyam, nombre que jamás sería olvidado.

Drager era el caudillo de todos los tremons, era su general, su rey, el mas perfecto de todos ellos, inigualable en belleza, inmejorable guerrero, insuperable en audacia, en él la Luna Negra puso toda su esencia, todo su conocimiento, toda su maldad, era el tremon por excelencia, en uno de los tantos ciclos de vida que tenían lugar en Ebyam, la Luna Negra se presentó a su hijo predilecto en sueños, le reveló el objetivo de su existencia y la de sus hermanos, le indicó la causa por la que estaban pisando Ebyam, la razón de su existencia, le dijo que ellos arrasarían el mundo, que formarían ríos de sangre, que llevarían a los humanos a su desaparición; para después adueñarse completamente de Ebyam, esa era su voluntad, eso era lo que ella exigía de sus criaturas.

Drager no pudo menos que arrodillarse y jurar la consecución de los objetivos, del anhelo supremo de su creadora, juró por su vida y por la de sus hermanos que desolaría el mundo, que daría de comer y beber a los suyos con la carne y sangre de todo aquel que se oponga a la voluntad de la Luna Negra, su madre, su creadora, su diosa, que no descansaría, ni tendría paz hasta poner su espada en la ultima garganta humana, cumpliría la voluntad de la Luna Negra o moriría en el intento, pero sabia que el fracaso no era una opción, no estaba creado para ser derrotado o destruido, al contrario había salido venciendo y para vencer, el era el destructor máximo, el mal hecho carne, la Luna Negra convertida en tremon.

Los tremons tan capaces como siempre, como solo ellos lo podían ser, se organizaron en menos de un ciclo de vida, recolectaron inmensas cantidades de alimentos, crearon mas armas de las que necesitaban, inventaron armaduras, pero no cualquier tipo armaduras, unas muy livianas y en extremo resistentes, en pocas palabras habían de cumplir los deseos de su creadora con la premura del que quiere dar un regalo a su padre, estaban listos para destruir Ebyam, deseaban borrar de la faz del mundo a los humanos y todo lo que ellos habían construido y amado.

El temible e invencible ejército tremon inicio su avance hacia el exterior del continente desde la Montaña Perpetua a los 5 años humanos de haber sido creados, que poder destructivo inicio la marcha ese ciclo de vida, el ciclo de vida que marco el inicio de las pesadillas y la muerte de Ebyam, de sus criaturas y sobretodo de los humanos.

El primer contacto entre humanos y tremons constituyó una autentica pesadilla de muerte y destrucción fue una victoria total para la Luna Negra, pues sus hijos asesinaron indolentemente a todo humano que se cruzó en su camino, ni uno solo sobrevivió, dejaban montañas de cadáveres y auténticos ríos de sangre, ningún humano podía ni siquiera huir, tampoco defenderse de un tremon, mucho menos atacarlo.

En el inicio de la guerra, que tomó el nombre de “La Guerra de Sangre”, los hijos de la Luna Negra azotaron cada poblado a lo largo y ancho de Ebyam mientras buscaban llegar al mar exterior y de ahí el objetivo final de la campaña tremon era destruir los reinos que se habían formado en los lagos cardinales, pues estos eran el centro de la vida de todos los humanos, su creaciones mas grandiosas, ello limpiarían a Ebyam de humanos y demostrarían a su creadora que no se equivocó al encomendarles tan importante misión.

La noticia de la existencia de seres de inmenso poder y gran maldad se extendió rápidamente por todo el continente, cada humano en cualquier rincón del mundo sabia de la existencia de estos temibles seres y sentían miedo en lo mas profundo de sus corazones y espíritus, la humanidad estaba condenada a la desaparición, ningún humano era un guerrero, ninguno tenia la capacidad de formar un ejército para enfrentar a Drager, ninguno concebía siquiera la idea de crear armas, la guerra era demasiado desigual, un concepto que los humanos no podían entender, la Luna Negra tenia asegurada la victoria, gracias a sus hijos “Los Tremons”, al menos eso parecía…

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