lunes, 19 de noviembre de 2012

Rojo y Blanco, Capítulo X

Amigos, luego de unos días, muy, muy complicados al igual que interesantes, puedo regresar a la carga y al ser inicio de semana les traigo una nueva entrega de Rojo y Blanco, que la disfruten

Indice


Imagen sacada de aqui

Capítulo 10 El “Paladín Blanco”.-

El inicio del plenilunio blanco marcaba el comienzo de la tarea del Sol Blanco, igual que sucedió en el anterior plenilunio, la luz blanca alumbraría la totalidad de Ebyam, durante todo el día y la noche.

Era el momento propicio para que el astro blanco, eligiera a su campeón, a la persona que ayudaría a Cir Arminus en la empresa de salvar a la humanidad, con este objetivo en mente, el Sol Blanco se dirigió al Reino del Sur, reconocido en todo Ebyam como el opuesto complementario del Reino del Norte, pues la mayoría de habitantes del sur eran bendecidos por la luz blanca.

El Sol Blanco sabía exactamente a la persona que debía bendecir con el don de la magia blanca, el ser mas compasivo y justo de todo Ebyam, una mujer llena de poder y belleza, Neyra[1] Divath regente del Reino del Sur.

Neyra Divath era una mujer sumamente inteligente y bella, poseía una intensidad de magia natural que sobrepasa en mucho a la de cualquier humano, era más poderosa que el mismo Cir Arminus, era un ser prácticamente perfecto, pero a partir del fallecimiento de su padre Cir Talos hace apenas un ciclo de vida, parecía haber perdido la alegría y la fuerza de voluntad, si bien es cierto gobernaba el reino de una manera muy acertada, nunca se la observaba reír, y las sus decisiones aunque siempre correctas, las tomaba después de un exagerado análisis y consulta a sus consejeros, sentía que le faltaba la fuerza y confianza que siempre le dio su bien amado padre, no se acostumbraba a la partida de su progenitor, aunque sabía que todo el pueblo la amaba y respetaba, no se veía a si misma como una buena gobernante, y este peso en su alma la llevaba cada vez mas hondo en el agujero de la tristeza, la soledad y la inseguridad.

El encuentro entre Neyra Divath y el Sol Blanco no fue muy grato, Neyra Divath sintió miedo del astro, tuvo el impulso de huir, sin embargo algo la detuvo una sensación de profunda paz pronto la invadió, era la esencia divina de su sol actuando en ella, amada hija, empezó el Sol Blanco, te he observado toda tu vida y eres la más perfecta de entre todos mis hijos, la más poderosa, conozco el dolor de tu corazón y déjame decirte que es infundado, tu padre siempre estará contigo, dejo su esencia en ti, no puedes fallarle, fallándote a ti misma, debes recuperar la confianza en ti misma, pues entérate que yo confió plenamente en ti, motivo por el cual te he elegido como la portadora de mi magia serás la mujer que enseñara al mundo el manejo de mi esencia, el manejo de magia blanca.

Neyra Divath, no encontraba las frases adecuadas para responder a su dios, pero no hacía falta, tanto el sol como su hija, sabían que el encargo había sido aceptado, el cometido del Sol Blanco había sido cumplido, pero parcialmente pues consiguió devolver la confianza a su hija, pero la alegría aún no entraba en el alma de Neyra Divath.

En un lapso de tiempo muy corto, inferior al que se tomó el Sol Rojo con Cir Arminus, Neyra Divath aprendió el total control de la magia blanca, y así el Sol Blanco se despidió de su hija predilecta, la que con el pasar del tiempo sería conocida por todos los habitantes de Ebyam como el “Paladín Blanco”.

Una vez que Neyra Divath aprendió la magia blanca, se dio a la tarea de encontrar hombres y mujeres que puedan manejar este nuevo poder, y para fortuna de la humanidad la gran mayoría del pueblo resulto ser apto para el manejo de esta fuerza, todos los habitantes del Reino del Sur, tenían un potencial mágico muy alto.

Cuando había transcurrido un cuarto del plenilunio blanco todos los discípulos de Neyra Divath estaban listos para el correcto uso de la magia blanca, este grupo de humanos, de magos blancos, recibieron el nombre de “Caballeros de la Luz”, con una fuerza mágica muy grande, estaban decididos a ser quienes erradiquen la amenaza tremon del mundo.

Nuevamente se presentó el Sol Blanco a su paladín, y le dio el plan de acciones a seguir, le dijo que debía enviar al Reino del Oeste a la mitad de sus magos, no más, pues el resto debía quedarse cuidando la ciudad, que una vez que su contingente llegue al Oeste, busquen a Cir Arminus el “Paladín Rojo”, y lo convenzan de ir al sur, con la totalidad de los magos rojos y el pueblo del Oeste, nadie debía quedarse en la ciudad, ni siquiera los magos blancos, pues una horrenda fuerza asesina se acercaba a ellos y nada podían hacer para defenderse.

Neyra Divath, entendió perfectamente las instrucciones del astro blanco, y envió a la mitad de los “Caballeros de la Luz” al Oeste.

Al encontrarse el Sol Blanco en la cúspide del plenilunio, llegaron al Reino del Oeste, los “Caballeros de la Luz”, fueron recibidos con asombro en la ciudad, ninguna persona en todo Ebyam conocían la existencia de tan peculiares y poderosos magos, íntegramente vestidos de blanco, entraron en la ciudad del Oeste, fueron recibidos por Cir Tysdral, a este le comentaron los designios del Sol Blanco, el destino que le esperaba a su reino, este inmediatamente llamo a Cir Arminus y le contó todo lo que había escuchado de los magos, una decisión debía ser adoptada y lo más lógico era abandonar la ciudad y marchar al Sur.

Cir Tysdral no tomaba decisiones a la ligera, analítico como siempre, opto por no abandonar la ciudad, al menos no él, era necesario, quedarse, había que detener el avance tremon, cualquier instante por mas pequeño que fuese este, les ayudaría a salir ilesos a los habitantes de la ciudad y llegar al Sur. Así que después de un día de deliberaciones comento su decisión a los magos blancos, todos debían salir de la ciudad él detendría lo mas que pudiese el avance tremon, prácticamente rogó a Cir Arminus para que aceptase su propuesta y este con todo el dolor de su alma la aceptó.

No así Havyd, este acompañaría a su rey hasta el último momento y por primera vez no estuvo de acuerdo con su gobernante, entonces los planes cambiaron, Havyd con un grupo de magos rojos y de habitantes, que se disputaron el honor de defender su pueblo mediante un sorteo, se quedarían con su rey para defender la ciudad.

Lo magos blancos al ver tanta entrega y valentía de lo magos rojos y de los habitantes del Reino del Oeste optaron por no abandonar la ciudad, sintieron ese deseo en sus corazones, debían defender tan magnífico reino no menos hermoso y fastuoso que el suyo mismo, protegerían a Cir Tysdral como si se tratará de la mismísima Neyra Divath, en tan poco tiempo llegaron a considerar como su Rey al carismático y sabio gobernante del oeste, por tan magnifico hombre desobedecerían al Sol Blanco, por defender las vidas de tan valientes personas.

Una semana después de la llegada de los magos blancos al pueblo del oeste, Cir Arminus salía con los magos rojos y habitantes del pueblo que no fueron favorecidos en el sorteo, con el corazón adolorido y los ojos llenos de lágrimas se despedía de Cir Tysdral, el hombre mas sabio y bondadoso que había conocido, el rey del Oeste, sabía, sentía que esa era la última vez que vería a ese grupo de valerosos humanos, le recordaba a su mismo pueblo, y finalmente entendió que su hermanos ahora eran la totalidad de los pueblos de Ebyam, estaba dispuesto a dejar hasta la última gota de sangre y sudo para salvar la humanidad, por primera vez tenía claro el panorama y sabía lo que tenía que hacer, su misión era ayudar a salvar a la humanidad de la amenaza de la Luna Negra en carnada en Drager el “Caudillo Oscuro” y eso precisamente haría detendría a los tremons sin importar el precio, entregaría su vida por salvar la de los suyos .

De esta manera quedaron en el Reino del Oeste, Cir Tysdral, los magos blancos y Havyd a la cabeza de los magos rojos y el pueblo, para defender su ciudad, conocedores que se enfrentaban a una muerte casi evidente, pero albergaban la esperanza de que la magia blanca sea lo suficientemente poderosa y tome por sorpresa a Drager, convirtiéndose en un factor desequilibrante. Que equivocados estaban, porque esta vez Drager no estaba dispuesto a dejarse tomar por sorpresa y mucho menos con la guardia baja, esta vez el primogénito de la Luna Negra llevaría la ventaja y sorprendería a los humanos con sus defensas bajas.

[1] Neyra es el equivalente femenino de Cir

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