lunes, 3 de diciembre de 2012

Rojo y Blanco, Capítulo XII

Indice

Capítulo 12 El Oeste en guerra.-



Imagen sacada de aquí
Con la salida del Sol Blanco empezó el tenebroso sonar de los tambores de guerra tremons, todos los habitantes que aún se encontraban en el Reino del Oeste, sintieron como sus oídos empezaban a sangrar por causa de tan lúgubre sonido, los corazones de los presentes en la ciudad empezaron a quebrantarse, de todos salvo de uno, Cir Tysdral no era una persona fácil de amedrentar, pronto dio ánimos a sus hombres, los reconfortó y estos recordaron el motivo de su estadía en el Oeste, debían detener a los tremons a cualquier precio, incluso pagando con sus vidas.

Drager, ordenó el avance de sus vehículos rumbo a la ciudad, y cuando estos se dirigían rápidamente a su destino, una sorpresa invadió a los tremons uno a uno lo vehículos caían en las trampas construidas por los hombres de Cir Arminus, el “Caudillo Oscuro” no pudo menos que reír con gran potencia, los humanos eran increíbles, cada batalla se tornaba mas emocionante y reñida, esto lo excitaba en sobremanera, nuevamente pondría a prueba no solo su fuerza sino también su astucia y con cada batalla Drager se volvía mas astuto.

Todos los guerreros tremons, salieron de sus vehículos y se reorganizaron en escuadra como se los indicó su líder, ahora estaban sin la protección de los vehículos, Drager podía ver claramente lo que venía si bien es cierto la magia roja ya no funcionaba, las rocas iban a ser parte de la defensa humana, así que puso a todos sus hombres a desarticular los vehículos, debían construir escudos para soportar el embate de la rocas, y como lo dijo Drager, así lo hicieron los soldados, a una velocidad espectacular los vehículos fueron transformados en escudo y gracias a la enorme fuerza tremon, no había posibilidad alguna de que una roca golpee a algún guerrero.

Los humanos observaron atónitos la inteligencia de los tremons, el temor de Cir Tysdral se estaba volviendo una horrenda realidad, el líder de los tremons era demasiado astuto, pero no importaba, el coraje tendría que imponerse, así que con sabias palabras consiguió que los magos rojos y blancos mantengan la fe y la calma.

Nuevamente se reinició el avance tremon y se activaron las trampas humanas, toneladas de rocas caían desde las colinas sobre el ejército tremon, pero los escudos y lo guerreros soportaban el embate de la rocas con gran facilidad, seguidamente empezaron a moverse enormes troncos de árboles en contra del ejercito invasor, pero nada evitaba el avance de los hijos de la Luna Negra, estos soportaban los golpes de los grandes troncos como si de paja se tratase.

Las cosas se ponían cada vez peores las trampas no habían servido de nada, el ejército tremon llego al frente de la ciudad y se ubico en los contornos del lago artificial, esta era la última separación entre Drager y el Reino del Oeste, el ejército se detuvo, e inicio el ataque de las catapultas, muchos espejos fueron destruidos, las murallas de la ciudad empezaron a caer, seguidamente empezaron a caer sobre la ciudad una gran cantidad flechas, el ataque tremon tomaba su monstruosa forma, era el momento en que los magos debían actuar.

Iniciaron el contraataque los magos rojos haciendo caer rocas sobre las máquinas de guerra y sobre los arqueros tremons, logrando que inmediatamente finalicé la primera parte del ataque tremon, pero el objetivo de este primer ataque había sido alcanzado, las murallas de la ciudad habían caído causando que el puente se coloque sobre el lago permitiendo al ejército enemigo marchar sin ningún problema rumbo al interior de la ciudad.

Los magos rojos mantenían firme la lluvia de rocas sobre el ejercito tremon, pero estos muy bien cubiertos por sus escudos avanzaban rápidos y seguros, entonces llego el turno de los magos blancos, y en un abrir y cerrar de ojos los espejos que aún estaban en pie empezaron a brillar como pequeños soles, enviando todo su resplandor directo al ejercito tremon, tal como había supuesto Drager los humanos de la magia blanca quisieron cegar a sus soldados, pero el se encontraba preparado y el cristal negro cumplió su labor, ni uno solo de los soldados perdió la vista, todos seguían avanzando hacia la ciudad sin ninguna dificultad.

Cir Tysdral observó con profunda consternación la astucia de los tremons, como soportaron el embate de la luz blanca, el panorama era terrorífico, tan sanguinario ejercito avanzaba como si nada en medio de la lluvia de rocas y de los rayos blancos.

La última carta de defensa debía ser jugada y los restantes magos blancos asumieron posición de ataque, y como un solo hombre empezaron a emitir resplandores de sus manos, consiguiendo que rayos de tormenta caigan desde el cielo en contra del ejercito tremon, pero no solo desde el cielo sino también desde las paredes de la ciudad, por fin el avance tremon fue frenado, los rayos eran demasiado fuertes y estos sumados a las rocas hicieron parar a los hombres de Drager.

Lastimosamente el resultado no fue el esperado se suponía que los hombres de Drager debían caer presas de los rayo de tormenta, pero eso no ocurrió, nuevamente el “Caudillo Oscuro” acertó, el elexno se encargó de evitar el efecto de los rayos sobre la carne, sobre el cuerpo de sus soldados, la astucia tremon se imponía nuevamente sobre el empuje y los deseos de supervivencia humanos.

Después de un momento de tensión y de descanso como un autentico titán Drager empezó a avanzar soportando el embate de los rayos de tormenta y de las rocas, al ver esto todos los soldados tremons reiniciaron su avance hacia la ciudad y en poquísimo tiempo, cruzaron la entrada de la ciudad, se deshicieron de sus escudos y empezaron a asesinar a cuanto humano encontraban, los magos estaban perdidos, los soles abandonaban otra vez a sus hijos a su suerte, uno a uno empezaron a caer los magos bajo las espadas tremons, Cir Tysdral no podía creer lo que estaba sucediendo nunca pensó que iba a ser derrotado tan fácilmente, pero así fue, Drager conseguía una nueva victoria con cero bajas, Havyd, al ver que la situación estaba totalmente perdida corrió hacia su rey, tenia que salvarlo a cualquier costo, pero Drager lo estaba observando y pacientemente lo siguió y acecho como cazador a su presa y al ver que llegaba junto a un hombre que parecía ser importante, se decidió a atacar, Havyd no vio llegar la espada de Drager a su espalda, pero Cir Tysdral si, y con una rápida reacción se colocó en el rumbo de la espada que iba a terminar con la vida de su súbdito mas fiel y querido, Havyd no podía creer lo que estaba sucediendo su rey ofrecía su vida a cambio de la suya, cuando debía ser al contrario, ciego por el dolor Havyd se lanzo contra Drager, este al observarlo se relajo y lo espero tranquilamente, sabía que con un solo movimiento de su mano podía acabar con la vida de tan insignificante humano.

Cuando Drager se disponía a terminar con la vida del valeroso Havyd, Cir Tysdral haciendo uso de todo su poder, invocó una fuerza totalmente grandiosa e hizo desaparecer a Havyd, el caudillo quedo con la boca abierta que le sucedió al humano que cometía la locura de enfrentarse cuerpo a cuerpo con él, al ver que el humano que había herido mortalmente instantes antes, se encontraba resplandeciendo se acerco a este con las intenciones de sacarle lo sucedido con toda la malicia posible, pero cuando llego al humano este murió, había perdido toda su fuerza al salvar al joven por el cual había ofrendado su propia vida, Drager admiró al humano caído y en silencio le otorgo una mirada de aprobación ante su acción.

Al caer la noche, la Luna Negra se encontró con un grato espectáculo, sus hijos habían barrido literalmente todo el Reino del Oeste, nuevamente no habían dejado piedra sobre piedra y todos los humanos habían muerto cruel y horrendamente, pero no todos habían muerto lejos de ahí a media jornada de la ciudad del sur un hombre había conseguido escapar al horror tremon, un hombre que juraba ante sus soles que tomaría la vida del tremon que asesino a Cir Tysdral, lo asesinaría, sí terminaría con la vida de tan vil criatura con sus propias manos.

Un adolorido Havyd cogió rumbo al reino del sur, tenía que advertir a Cir Arminus y a los magos de las nuevas armas tremons, debía contarles todo el horror vivido y esperaba que tan sabio y valeroso hombre encuentre la forma de detener el avance tremon, pues en esta ocasión, la supervivencia de la raza humana estaba en su punto mas delicado, de perder la batalla que se avecinaba en el Reino del Sur, los humanos desaparecerían para siempre y la Luna Negra se impondría a los Soles.

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