lunes, 8 de octubre de 2012

Rojo y Blanco, Capítulo IV

Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III

Capítulo 4 Magia.-




Como siempre, nunca los creadores se olvidan de sus criaturas y en tan dura situación por la que atravesaba la humanidad no iba a darse la excepción, los soles estaban alistándose para ayudar a sus hijos, deseaban cuidar su mundo y a sus criaturas, no permitirían que una aberración como la Luna Negra destruyese la más perfecta de sus creaciones.
Durante 10 años, los tremons guiados por Drager azotaron y derruyeron cuanto encontraron a su paso, ni una sola baja sufrió tan terrible ejército, ningún humano sobrevivió al encuentro con los hijos de la Luna Negra, nada, ni nadie podía detener el avance de tan temible grupo de asesinos, la esperanza estaba abandonando el corazón de los humanos, todo parecía estar perdido, la humanidad había sido juzgada y hallada culpable, su sentencia sería la pureza del olvido, la paz de la muerte.

En tan solo 10 ciclos de vida Ebyam estaba casi totalmente bajo el dominio tremon, tan solo restaban los 4 reinos que se encontraban en los lagos cardinales y toda esperanza desaparecería, pues estos cuatro reinos eran los últimos refugios para humanos, al ser destruidos, la humanidad vería su fin, se terminaría la pureza y bondad, para dar paso a la bestialidad y malicia, la Luna Negra estaba muy cerca de la victoria, se impondría a sus creadores, les demostraría que ella era la criatura celestial mas poderosa y audaz, la única que merecía ser llamada dios.

En inicios del plenilunio rojo del año 11 de la era tremon, Drager entró en el reino del Este, aquí los humanos intentaron defenderse del ejército tremon mas a base de voluntad, que a argumentos reales, se defendieron valientemente y con todo lo que pudieron, pero después de una campaña corta y excesivamente sangrienta el reino del Este cayó, fue desolado al igual que todos los demás poblados que visitó Drager con su ejército, de tan hermoso reino quedaron solo ruinas y olor a muerte, la muerte de cada ser humano que habitaba tan maravilloso reino sin importar edad o sexo, la consigna tremon era la de que todo humano debía morir, todo humano moriría bajo la espada de los hijos de la Luna Negra, en medio de terrible dolor y con el miedo como el último compañero que tendrían en su vida.

Los soles no estaban dispuestos a seguir viendo como sus hijos seguían muriendo impunemente, y mientras el reino del Este era bestialmente destruido, para el dolor de los astros divinos, en el reino del Norte, el Sol Rojo decidía hacer uso de sus poderes que estaban en el máximo nivel debido al plenilunio, y de manera similar que la Luna Negra se presento en sueños al gobernante del Norte Cir Arminus[1].

[1] Cir es el título que recibía el gobernante de un poblado, es el equivalente a rey.

Cir Arminus era un hombre especial, no físicamente, pues era como cualquier hombre de edad media, incluso no tenia mas dominio de la esencia de Ebyam que los demás humanos del reino, lo que convertía a Cir Arminus en un hombre especial era su férrea voluntad y su gran entrega, estaba dispuesto a defender su Reino, a morir buscando que su pueblo escape de tan terrible destino, estas dos características fueron las que lo convirtieron en el regente del reino del Norte y en el elegido por el Sol Rojo para conocer el secreto más grande de la historia de la humanidad.

Cir Arminus conocía la situación en la que se encontraba el mundo, sabia que él y su gente nada podrían hacer contra el temible poder destructivo que se acercaba a su reino, había oído de los tremons, sabia por las noticias llegadas hasta él, de la brutalidad y malignidad de estos seres, estaba perfectamente conciente que no habían sobrevivientes a un encuentro con ellos, aún mas, tan horrendo ejército se encontraba a mucho menos de la mitad de un plenilunio de viaje de su reino, todo estaba perdido, él, su gente, sus amados súbditos estaban condenado a una muerte terrible y segura, lo que Cir Arminus no sabía era que el Sol Rojo, no estaba dispuesto a ver como seguían muriendo sus hijos, y que le otorgaría la facultad de utilizar el arma más poderosa jamás concebida.

El Sol Rojo se presentó a Cir Arminus, le dijo que no se preocupe, que él y su hermano le ayudarían a vencer en tan temible guerra, que la victoria les sería entregada, que por primera vez desde que vieron la luz de Ebyam los tremon conocerían el miedo, por primera vez los humanos derrotarían a los tremons. Cir Arminus no pudo menos que sorprenderse, ante tan radical afirmación, era ilógico que un humano pueda defenderse de un tremon, mucho menos vencerlo, ni pensar en eso, las dudas asaltaron la mente y el corazón del gobernante, pero también se llenó de esperanza, confiaba en su divinidad, confiaba en el ser celestial que le otorgó todos los dones que poseía, Cir Arminus había nacido en la cúspide del plenilunio rojo, era uno de los humanos mas bendecidos por el Sol Rojo. ¿Cómo?, fue la tímida y esperanzadora pregunta del gobernante a su creador.


Con esta tan simple y pequeña pregunta ¿Cómo?, se iba a revelar a la humanidad el conocimiento para el manejo y manipulación del poder mas grande existente en Ebyam, el poder que constituía el mundo mismo, que todo humano usaba para crear y construir, un poder que estaba presente en cada criatura, en cada cosa existente en el planeta, pero que nunca ningún humano por muy fantasioso que este fuera, pensó, imaginó siquiera en utilizarlo para defenderse a si mismo y a los suyos.

Con “Magia” fue la decidida respuesta del Sol Rojo, no te sorprendas hijo mío prosiguió el sol, magia es el nombre de la esencia de Ebyam y yo te permitiré manipularla a tu antojo, de esta manera el astro le enseño la sabiduría de la magia roja al gobernante, le dijo que en plenilunio rojo se pueden usar los dones del sol rojo durante el día, que cualquier humano nacido en el plenilunio rojo dispuesto a esforzarse podía usar el poder creador de él, por esta razón el sol rojo eligió el Reino del Norte, pues la gran mayoría de sus habitantes habían nacido en el plenilunio rojo.

El punto clave de esta enseñanza radicaba en que la magia roja se podía usar solo durante el día y solo en plenilunio rojo, pues en la noche del plenilunio rojo se manifiesta la luz del sol blanco.

En un periodo relativamente corto de tiempo, el gobernante aprendió la manipulación perfecta de la magia roja, e inicio la enseñanza de la misma con un pequeño grupo de humanos, un puñado de estos, pues a pesar de la disposición del cuerpo humano a la magia, no todos podían magnificar y canalizar la magia para ser usada como un arma.

Estos humanos excepcionales, que aprendieron la manipulación de la magia roja, estos magos rojos recibieron el nombre de “Señores del Fuego”, estos hombres y mujeres serían la luz de esperanza para la humanidad, su posibilidad de supervivencia. La raza humana completa y la mismísima Ebyam, necesitaban que estos magos triunfen sobre los tremons.

Cada mago rojo incremento rápidamente su poder, se hicieron temibles adversarios, los humanos al fin podrían defenderse, con cada día del plenilunio que pasaba los “Señores del Fuego” afianzaban más su magia, el pueblo estaba muy confiado, sabían que se venia una cruenta batalla, que muchos, por no decir todos, no sobrevivirían al ataque de los tremons, pero por primera vez en mucho tiempo los corazones de los seres humanos se encontraban llenos de esperanza, esperanza que incrementaba aun mas el fuego latente de los magos rojos, pues estos al igual que su gobernante Cir Arminus deseban a toda costa salvar a los pobladores del reino del Norte sus hermanos.

A mediados del plenilunio rojo del ciclo de vida 11 de la era tremon, Drager llegó a las puertas del Reino del Norte, este día se iniciaría la batalla, mas significativa de la “Guerra de Sangre”, pues por primera vez los humanos tenían a su disposición una nueva y poderosa arma, además de su voluntad, arma que completaba la defensa más grande que pudiese existir, por primera vez en Ebyam los humanos utilizarían la magia como un método de defensa.

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