lunes, 22 de octubre de 2012

Rojo y Blanco, Capítulo VI

Capítulo I
Capítulo II

Capítulo III

Capítulo IV

Capítulo V


Capítulo 6 Secuelas y Esperanza.-



En el Reino del Norte se respiraba hermetismo, habían demasiados muertos que enterrar, todos sus habitantes se encontraban consternados después de la cruenta batalla que había tenido lugar días atrás. Los “Señores del Fuego” que sobrevivieron se encontraban todavía muy débiles, pero se recuperaban asombrosamente rápido, gracias a la magia del Sol Rojo.

La preocupación mas importante del Reino, era la evidente muerte de su gobernante Cir Arminus, los curanderos del pueblo intentaban por todos los medios salvar la vida de su regente, pero nada parecía funcionar, solo alargaban más su agonía.

Todos los habitantes del Reino del Norte amaban a Cir Arminus todos deseaban que se salvase, pero la perdida del rey no solo implicaría una perdida moral para el pueblo, sino se perdería una gran ventaja táctica pues todos los magos guerreros confiaban en su líder, no solo era altruista, sino demostró que en tiempos difíciles era un hombre sereno y muy capaz, la muerte de Cir Arminus sería un fuerte golpe para los magos guerreros y para la conservación del pueblo.

El tiempo avanzaba como siempre sin disculpar a ningún ser, y el estado de Cir Arminus no mejoraba, estaba definitivamente muy próximo a la muerte, pero para gozo de la humanidad el milagro sucedió, en uno de los amaneceres del plenilunio rojo, llego hasta el pueblo un emisario del Reino del Oeste.

Un hombre joven había sido enviado por el Rey del Oeste hacia el Reino del Norte, la noticia de la primera victoria humana sobre los tremons en tierras del norte había llegado a cada rincón de Ebyam, así como también la tragedia de su gobernante, todo el mundo lloraría la perdida de tan valiente ser, pero no estaba en los planes de los soles dejar morir a Cir Arminus, no era tiempo de perder tan valiosa vida.

EL Rey del Oeste muy dolido por la situación de Cir Arminus, envió como su heraldo a un joven muy centrado y de gran simpatía de nombre Havyd, este joven seria portador de buenas noticias, la mejores que podrían recibir los habitantes del Reino del Norte.

Havyd se presento al grupo de magos rojos que sobrevivieron les contó como su hazaña estaba llenando el mundo de esperanza, los ojos de todo Ebyam se habían posado en el Reino del Norte, en sus valerosos habitantes, en los poderosos “Señores del Fuego”, y de igual manera todo hombre, mujer y niño rogaba a los soles por la vida de Cir Arminus, que era conocido ya por todos como el “Paladín Rojo”.

En el Reino del Oeste, les comento Havyd a todos los habitantes del pueblo del norte, habitaba una mujer, una curandera excepcional, podía curar a cualquier persona, podía ganarle la batalla por una alma a la muerte, tenia los dones de curación mas grandes e intensos de todo Ebyam, todos lo habitantes de oeste estarían honrados de que Cir Arminus fuese a su reino con el fin de salvar su vida con la ayuda de la “Dama de la Vida” como era conocida tan singular mujer.

La decisión aunque obvia, no era fácil para los magos rojos, todos deseaban que su rey triunfara sobre la muerte, pero saberlo lejos del pueblo era saberse solos sin un guía, sin su amado y valeroso líder, pero la decisión debía ser tomada, y así fue, con una escolta de cuatro “Señores del Fuego”, Havyd llevo al “Paladín Rojo” al Reino del Oeste, todos los habitantes del norte estaban gozosos tenían la seguridad que su amado rey se salvaría que vencería la batalla a la muerte, así entre buenos augurios y gran esperanza, salió del Reino del Norte Cir Arminus, nadie sospechaba que esa sería la última vez que los habitantes del pueblo verían a su rey.

El viaje al Reino del Oeste fue muy tranquilo y rápido ningún inconveniente se presento todo auguraba la recuperación del rey.

Cuando habían transcurrido tres cuartos del plenilunio rojo, Cir Arminus entraba en el Reino del Oeste, fue recibido como el héroe que era, lastimosamente el nunca pudo ver tan magnifico recibimiento, todos lo habitantes del oeste loaban a tan grandioso hombre así como también a los singulares magos rojos, era una autentica fiesta, ese hombre que se encontraba agonizando había llevado esperanza a cada corazón humano en el mundo, cualquier persona se sentía dichosa de poder ver al ser que representaba la salvación del mundo, así al menos todos los habitantes del oeste miraban a Cir Arminus, como un salvador.

No existió mas fiesta que el recibimiento, pues el tiempo era valioso, el “Paladín Rojo” debía ser atendido rápidamente por la “Dama de la Vida”, y así fue, Cir Arminus llego directamente al hogar de la curandera mas famosa de Ebyam, esta lo recibió con lágrimas de alegría y emoción en sus ojos, no podía creer que tendría el privilegio de ayudar al hombre que constituí la esperanza de victoria de la humanidad sobre los tremons, lady Haznarepse, se presento tan frágil y dulce mujer, a los recién llegados.

Lady Haznarepse, era una mujer de avanzada edad, pero los años no le habían restado belleza, era hermosa, con largos cabellos rojos como la luz del sol, ojos profundos y dulces tan verdes como esmeraldas, la piel de tan singular mujer era como bronce refulgido, tan divina imagen estaba cubierta de una túnica celeste que otorgaba a la curandera una estampa maravillosa que al solo observarla el corazón sentía alivio.

Al ingresar en la habitación de la curandera el ambiente era pacifico y sumamente tranquilo, todos a excepción de lady Haznarepse y Cir Arminus, abandonaron el recinto, para que pueda iniciarse el ritual de curación, el cual era conocido solo por los soles y la “Dama de la Vida”, largo tiempo transcurrió y no se tenían noticias del estado del “Paladín Rojo”, los habitantes del pueblo del oeste estaban preocupados, nunca antes lady Haznarepse había demorado tanto con un paciente, era demasiada larga y angustiosa la espera, todos empezaron a temer lo peor.

En el interior del recinto de curación la situación no era mas placentera, lady Haznarepse tenia perfectamente claro el panorama, sabía que esta curación era el destino que los soles le habían impuesto desde su nacimiento, razón por la cual estaba dispuesta a entregar su vida con tal de cumplir la voluntad de lo soles y salvar a tan importante y valeroso hombre, tres veces se oculto y volvió a aparecer el sol rojo y no se conseguía la recuperación de Cir Arminus, la “Dama de Vida” estaba exhausta, no entendía por que los soles le negaban su pedido, que estaba haciendo mal?, acaso los soles no deseban favorecerla cuando ella mas necesitaba?, lady Haznarepse estaba consternada y empezó a derramar preciosos cristales de sus ojos, el dolor la invadía, sentía que había fallado, se había fallado a si misma y a la humanidad, entre tanto dolor y sufrimiento los soles hicieron su aparición frente a la curandera.

El primero en hablar fue el Sol Blanco, amada hija inicio, no llores más, has hecho lo justo, lo que nosotros sabíamos que harías, estas ofrendando tu vida por este hombre, y no solo por el, sino por la humanidad completa, mereces grande recompensa por tan noble y desinteresada acción, entonces tomo la palabra el Sol Rojo, al terminar este día tú cumplirás tu destino, dijo el astro rojo, y no solo eso, cuando caiga la noche tu nos acompañaras en los cielos para desde ahí mirar el milagro que va a obrar la acción que has llevado acabo hoy día.

Así al terminar el cuarto día de curación Cir Arminus abrió nuevamente los ojos, sintió el aire llenado sus pulmones, la vida acariciándole nuevamente, y lady Haznarepse, en ese instante inicio su viaje al cielo en companía de sus padres los soles, la “Dama de la Vida” no murió, se transfiguro para poder viajar a los cielos, pues cumplió íntegramente su destino, siempre cumplió la voluntad de los soles, nunca les fallo o les reprocho, por eso ella recibió el regalo de no conocer el dolor de la muerte.

Cir Arminus no pudo conocer a la mujer que le devolvió a la vida, pero lady Haznarepse había dejado su esencia en tan singular hombre, motivo por el cual el “Paladín Rojo” sabía perfectamente bien quien y a que precio le había otorgado una nueva oportunidad de vida.

El regente del Norte salió del recinto de curación todo el pueblo, que se había mantenido a la expectativa hasta el momento, estallo en un grito de júbilo y alegría, Cir Arminus habló y el pueblo guardo silencio, hermanos, dijo, se que por gracia he vuelto a la vida, por la gracia de los soles y de una mujer maravillosa, mujer que fue reclamada por los soles, por ello os pido a todos una oración de gratitud. El pueblo se asombro, pero no sintieron pena, pues sabían que tarde o temprano lady Haznarepse sería reclamada por los soles y no había ocasión mas propicia que esa.

Al salir Cir Arminus del hogar de la “Dama de la Vida” se dirigió directamente al castillo de Cir Tysdral, el rey del Oeste, el encuentro fue sumamente grato, los dos reyes se abrazaron como si fuesen hermanos de sangre y siempre hubiesen vivido juntos, tuvieron una larga, amena y muy sería conversación sobre la situación de la guerra entre humanos y tremons, el debate llevo toda la noche, al cabo del cual, se llego a la decisión de que en el reino del Oeste se crearía un segundo bastión para los “Señores del Fuego”, Cir Arminus y sus magos, entrenarían a todo habitante que sea capaz de usar la magia del Sol Rojo.

La humanidad seguía incrementando sus poderes y su capacidad de enfrentarse a los tremons, para sobrevivir a su eminente destrucción.

Pero no solo los humanos se alistaban, en otro lugar Drager y sus hermanos, tomaban decisiones y adoptaban posturas con respecto al giro que tomo la guerra.

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